Según su autor, los orígenes de este libro se encuentran en un agujero negro
que halló en su biblioteca. Jonathan, que acude constantemente a su
librería para documentar y referenciar los libros que escribe, echó en
falta un volumen que compilara toda la información disponible sobre cada
una de las plantas enteogénicas. Deseando que este libro apareciera, y
para no desesperar, decidió escribirlo él mismo. La tarea le llevó dos
años de trabajo arduo y silencioso.
El resultado es un manual
de tamaño más que considerable en el que se puede encontrar compilada
la información básica (botánica, histórica, antropológica, etc), sobre
las principales plantas y compuestos enteogénicos conocidos. No tan
completo en cuanto a número de vegetales como la enciclopedia de
Christian Räsch, puede considerarse que Pharmacotheon ha sido, es y seguirá siendo por largo tiempo, uno de los libros básicos e imprescindibles en toda biblioteca psicoactiva.
Aunque
se haya dado a conocer como un libro de referencia y de consulta, más
de un psiconauta poco acostumbrado a la lectura lo ha empezado a leer y
no ha podido dejar de pasar páginas hasta llegar al final -como le
ocurrió a Alicia al empezar a relatar su historia en el país de las maravillas-.
A destacar, a demás de toda la información botánica y etnobotánica, el proemio,
una suerte de larga introducción de 60 páginas sobre los móviles de la
prohibición y la situación actual de los enteógenos. También su extensa
bibliografía, quizás la más copiosa y completa sobre el tema; y el
pequeño prólogo de Albert Hofmann además de la introducción de J.Mª
Fericgla.
Como dice el subtítulo: Drogas enteogénicas: sus fuentes vegetales y su historia
-o sea, una compilación esquemática del redescubrimiento de los
principales enteógenos, así como su empleo tradicional en culturas
antiguas.
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